A lo largo de mi, apenas, corta existencia, he conocido personas, realmente muchas, pero hay una lista especÃfica. Estas personas tienen un don particular, pero me refiero a las que el mundo no nota, las que tienen un mundo interno muy diferente al externo, las que te ahogan con tanta luz, las que pasan desapercibidas, las que guardan un silencio inexplicable y que te clavas con el aura de su propio silencio. Estas personas tienen el don de enseñarte con cada movimiento, con cada parpadeo, las que te llevan a conversaciones extravagantes y ácidas asà como a flipantes y dulces, las que te precipitan a mundos paralelos en donde solo ambos vuelan y sus cabellos brillan. Las que siempre te dejan con ganas de más, las que te dejan sin palabras, sin explicar el por qué necesitas sentir esa conexión armoniosa entre mente y alma tan atrapante. Precisamente me refiero a esas personas que te enganchan y te hacen perder la cabeza por tanta locura cuerda que puede existir en su ser.
Son una revolución, una loca, cuerda, extraña, inimaginable, fascinante, inefable, revolución,... y me encanta.
